Coge un campo de fútbol. No, hacemos dos. De hecho, mejor aún: tres. Y después, para completar la imagen, añada sesenta metros más como desee. Aquí, esto es longitud del barco que, más o menos centímetro, incluso se burla de la talla del Tour Eiffel. Lo mismo para la altura. Para entender su grandeza, los metros sólo no son suficientes; mejor realizar una comparación más concreta. EL dieciocho cubiertas – de los que dieciséis acogen el 2747 cabañas – Sale del agua por más sesenta y seis metros. Para entenderse, la fachada de la espléndida catedral de Colonia es sólo un par de metros más alta. Pero, por otra parte, la búsqueda de registros es la norma el mayor crucero del mundo.
El mayor crucero del mundo: Harmony of the Seas
Bienvenido a bordo del barco de los récords, la armonía de los mares, el buque insignia del buque insignia, el Cíclope flotante con tantos ojos como puertas de vacío que durante unos meses domina el Mare Nostrum aportando la belleza de 5479 pasajeros. Si añade el sobre 2100 tripulantes – viniendo de setenta y siete países- entendemos que esto es algo más que uno ciudad que se desliza sobre las olas. Siempre para explicar mejor: si reuniéramos a todos, absolutamente todos, los habitantes de un pueblo como Castelgandolfo (donde el Papa va de vacaciones) o San Daniele de Friuli (famoso por su jamón) a bordo del barco todavía habría mucho espacio para invitar a más amigos. Por eso subir a bordo de este coloso de marca Royal Caribbean International significa afrontar una sorpresa tras otra. A partir del primero, lo que justifica el mayor gasto del crucero del mundo: mil millones de dólares.
Sí, pero la figura del monstruo está ahí porque esto buque insignia, lanzado hace sólo unos meses en los astilleros de Saint Nazaire, en Francia, nació para limpiar las cartas de un mercado, el de los cruceros, que, con todo el respeto a las crisis, no conoce declive ni limitaciones. De hecho, apunta cada vez más arriba. Como las medidas hipertróficas de la Armonía simbolizan con el orgullo de sus puentes donde tomar el sol sobrevolando el azul.
De hecho, hasta no hace muchos años, y estamos hablando de los años 80, la pasajeros de cruceros eran un pequeño círculo –alrededor de un millón y medio– de personas más o menos fáciles de identificar: gente mayor y con los bolsillos llenos de dinero. Entonces algo, de hecho todo, cambió, y ahí crucero se ha convertido en una necesidad global. De hecho, para el año en curso se prevén 24 millones de envíos en todo el mundo y barcos como el Armonía de los Mares pretenden atraer a los que carecen. Es decir, quienes siguen pensando que el mar es bonito. Pero visto desde el suelo. Y aquí hay otra sorpresa: los entusiastas dicen que viajar por el mundo con la habitación a remolque, sin siquiera tener que desempaquetar la maleta es muy cómodo. Pero la realidad es que estos mega barcos ahora van a hacer cosquillas a otro tipo de público: aquellos que quizás ni siquiera quieren viajar por el mundo. Pero más bien quedarse en el barco. Esto se debe a que el barco en sí es, después de todo, un mundo: enorme, cómodo, divertido. Y sin vergüenza agradable. Para que estén completamente satisfechos, sin embargo, es necesario subir el listón. Y la armonía, el mayor crucero del mundo, la subasta le envió al cielo. Descuidamos el veinte restaurantes – de todo tipo – entre los que los pasajeros pueden elegir pero qué decir de que encuentran espacio a bordo 2.150 toneladas de agua distribuido entre los 23 piscinas, las jacuzzis e incluso las dos simuladores de surf con ondas artificiales? O como decirlo, para quienes no se resignen a quedarse quietos incluso en alta mar, hay un campo de minigolf de nueve agujeros, pistas de baloncesto, voleibol y fútbol, pistas de footing, rocódromos e incluso uno tobogán de 30 metros hundiéndose durante diez puentes con serpentinas que laten el corazón. Con todo el respeto a aquellos que aún piensan en el crucero como una escapada para jubilados apacibles.
Todavía está solarium que parecen suspendidos y espectáculos similares en Las Vegas teatros a bordo, incluido uno espectáculo de hielo -los actores atléticos piruetan mejor que Carolina Kostner- y espectáculos de buceo como desde los acantilados de Acapulco. Ni que decir: el piscina obviamente es el más profundo colocado jamás en un barco. En definitiva, la clave es el lujo pero también la sorpresa, los mimas pero sobre todo la maravilla de tener todo lo que nunca te has atrevido a pedir. Pero mayor.
La prueba viene de la prueba más empírica y definitiva: incluso el piloto del puerto de Marsella, quien se ha pasado la vida maniobrando barcos de todo tipo y de todos los tamaños, sucumbió a la tentación y se hizo una selfie con el Armonía detrás. Un homenaje al buque insignia. Hasta ahora sólo ha habido el mar.